lunes, abril 24, 2006

Una historia de traición e incapacidad

Por : Jorge Fernández Menéndez
Publicado en: Periódico Excelsior
Lunes, 24 de Abril de 2006

Un operativo policial mal realizado como consecuencia de filtraciones y de una división de tareas entre diversos cuerpos policiales que evidentemente no tuvo la coordinación suficiente, acabó en Lázaro Cárdenas con la muerte de dos trabajadores y un policía de la PFP, pero además, dejando abierta una puerta para la provocación que será difícil de cerrar de aquí al dos de julio.

La filtración y la falta de control fueron evidentes porque los trabajadores de Sicartsa, lisa y llanamente, estaban esperando a las fuerzas de seguridad que iban a desalojarlos luego de que las autoridades laborales habían declarado ilegal su movimiento. Horas antes, el presidente Fox y el gobernador Lázaro Cárdenas Batel se habían reunido para establecer un acuerdo que permitiera la operación. Y el miércoles en la noche se decidió que en la madrugada se realizaría el operativo. Pero los trabajadores fueron informados de ello por funcionarios del gobierno estatal y estaban preparados para responder con una violencia que las fuerzas policiales no esperaban.

Si bien el gobierno federal ha pagado costos por esta operación fallida, el costo mayor, aunque se ha hablado poco al respecto, lo está pagando el gobernador Cárdenas Batel. A Lázaro lo traicionaron funcionarios de alto nivel de su gobierno en varios aspectos: primero, porque filtraron la información; segundo, porque pese a que se había establecido que los participantes en el operativo irían desarmados hubo un contingente de las fuerzas policiales estatales que llegaron armados al mismo y respondieron la agresión que sufrieron a disparos (los trabajadores también utilizaron armas: uno de los dirigentes muertos recibió un tiro en la nuca, proveniente de los “defensores” de la planta); tercero, porque los sindicalistas tuvieron tiempo incluso de avisar a la prensa local de lo que sucedería y nadie, en el gobierno, tuvo la información pertinente como para tomar las medidas del caso. Y cuarto, porque con este hecho, y luego de la muy fría recepción que había tenido López Obrador en su última gira a Michoacán, se intentará maniatar con este conflicto a Lázaro Cárdenas y por supuesto a Cuauhtémoc Cárdenas.

Hay diferentes consecuencias adicionales que se desprenden del caso: primero, como ya habíamos advertido en otra oportunidad, este conflicto en el sindicato minero será utilizado por grupos sindicales de la UNT de una forma similar a la que utilizó, hace seis años la huelga de la UNAM realizada por el CGH. La diferencia es que aquella toma universitaria se terminó con un operativo limpio y rápido, mientras que el fracaso de éste en lugar de disminuir sus efectos los amplifica. Ello a unos días del primero de mayo y permitiéndole a la UNT y algunas otras organizaciones sindicales, decir que el gobierno se ha manchado las manos de sangre, cuando en realidad, el fracaso del operativo es consecuencia directa de las fuerzas locales que traicionaron a Cárdenas Batel y de un grupo de sindicalistas que organizó, con toda precisión, la provocación en la que cayeron las fuerzas federales y locales.

Es notable también, la mala operación política que ha habido, desde un inicio, en toda esta historia. Napoleón Gómez Urrutia es un dirigente indefendible en muchos sentidos, pero la operación para decidir su permanencia o su salida, podría haber discurrido por cauces mucho más inteligentes. Dicen las autoridades laborales que ellos sólo se limitaron a “tomar nota” del reemplazo del dirigente. Puede ser que así haya sido, pero entonces se está confundiendo la administración con la política. Y eso le puede costar el puesto a Francisco Javier Salazar. Hoy casi todos están en problemas por la mala operación, por la traición y la ingenuidad política, todos menos un Gómez Urrutia que jamás tendría que haber llegado al liderazgo de la organización que heredó de su padre.

1 comentario:

San Judas Cuauhtemoc Cardenas dijo...

Cárdenas Batel, enredado con el cuñado de Felipe Calderón Hildebrando SA. Batel Financió con más de 90 millones de pesos los negocios del cuñado de Felipe Calderón. Además Apoyó, con más de 25 mdp anuales, a la asociación civil Coopera fundada por Beatriz Sahagún Jiménez
QUÉ CALLADITO... El Gobernador de Michoacán engrosa las filas de la empresa del cuñado incómodo.
Luís Guillermo Hernández
El gobierno izquierdista de Lázaro Cárdenas Batel financió, con más de 90 millones de pesos, los negocios fa¬miliares poco claros del cuñado de Felipe Calderón, Diego Hildebrando Zavala, y también a la poderosa fa¬milia de Marta Sahagún. Contratos de adjudicación directa, recursos para el combate a la pobreza y licitaciones sin oponentes han sido concedidos en los últimos tres años a las figuras del panismo por parte del único gobernador perredista que se ha rehusado a apoyar la candidatura presidencial de su propio partido. Tan sólo entre 2004 y 2006, el go¬bierno de Cárdenas Batel entregó a Hildebrando SA de CV una serie de contratos para la captura y digitalización de actas del Registro Civil de Michoacán, con sede en Morelia, por más de 9 millones de pesos, según consta en los contratos públicos de la Secretaría de Gobierno.
En ese mismo lapso, la Secretaría de Planeación y Desarrollo estatal financió, con más de 25 millones de pesos anuales, a la asociación civil “Coopera con Michoacán”, fundada y presidida por Beatriz Sahagún Ji¬ménez, hermana de la primera dama de México, quien incluso reconoció públicamente a Cárdenas Batel como “su amigo, el mejor goberna¬dor de México”.
Además, la comisión legislativa que investiga las empresas de los hermanos Jorge y Manuel Bribiesca Sahagún indaga licitaciones y adju¬dicaciones por más de 30 millones de pesos para construcción de vivien¬das de interés social cofinanciadas con recursos públicos, otorgadas a las empresas Urbica SA de CV y Ser¬vicios Urbica SA de CV, ambas reco¬nocidas públicamente como propie¬dad de los hijos de la señora Sahagún, pese a la negativa del gobierno cardenista a entregar la información respectiva. Según la comisión investigadora, los hermanos Bribiesca habrían reci¬bido, por intermediación del gobierno local, facilidades para la creación de complejos habitacionales en Morelia y dos ciudades más.
Hildebrando michoacano
Un contrato de obra pública de la Se¬cretaría de Gobierno de Michoacán, signado por el director general del Comité de Adquisiciones del Poder Ejecutivo del estado, José Carrillo García, consigna la entrega de poco más de 6 millones de pesos a la em¬presa Hildebrando SA de CV, para la “digitalización y captura de actas del Registro Civil-Fase 2”.
La licitación CADPE-EM-LPN-OO4/2005, firmada también por el director del Registro Civil, Ignacio Mendoza Jiménez, establece que el plazo programado de entrega es de 22 semanas, al término de los cuales se podrá “revisar una prórroga”.
La Subdirección Técnica Ope¬rativa del Comité señala, además, que “las bases establecen condi¬ciones negociables favorables a los licitantes”.En su página de internet, la empre¬sa de la que es accionista Margarita Zavala ubica el trabajo en el Registro Civil michoacano como uno de sus “proyectos exitosos”.
El propio cuñado del aspirante pre¬sidencial panista públicamente utili¬zó su relación laboral con el gobierno michoacano para tratar de detener la avalancha de cuestionamientos so¬bre el enriquecimiento súbito de su empresa, en apenas tres años, tras la llegada de Calderón al primer círcu¬lo del gobierno federal.
El proyecto de la oficina michoacana, en total, implica la digitalización de más de 2 millones de actas registradas desde la década de los años 40 en esa entidad, y han par¬ticipado otras tres empresas en las distintas etapas. Sólo Hildebrando SA ha consegui¬do contratos superiores a los 3 millo¬nes de pesos.
Cárdenas Batel Perredista cooperador
La vinculación Cárdenas Batel y los distintos integrantes de la tribu panista datan desde la primera mitad de su sexenio, cuando el propio perredista invitó a Beatriz Sahagún, por instancia de la esposa del pre¬sidente Vicente Fox, a colaborar en su gobierno.
Lo hizo a través de un fideicomiso gubernamental que se convirtió en asociación civil, “Coopera con Michoacán”, constituida como órgano principal de la gestión cardenista para el combate a la marginación, la dotación de servicios en zonas de alta marginación y como institu¬ción “de engranaje” del tejido social en la entidad.
De acuerdo con el Informe Oficial del gobierno estatal 2003-2004, la asociación civil había recibido subsidios por 28 millones 661 mil 329 pesos al 25 de marzo de 2004, entregados a través de la Secretaría de Planeación y Desarrollo estatal, encabezada por Octavio Larios.
Esos recursos, entregados para la “conformación de sus redes de apo¬yo, programas de diversificación y fortalecimiento de estructura”, se repartieron entre Gastos de Opera¬ción (12 millones 700 mil) y Gastos de Inversión (10 millones), más otros 6 millones de pesos para “operacio¬nes diversas”.
Siempre al margen de la fiscalización, por ser una asociación civil, “Coopera con Michoacán” recibió casi 40 millones de pesos en 2005, más otros 28 millones en lo que va de este año.
Su sistema de operación, que al¬canza ya todos los municipios de la entidad, consiste en ofrecer pláticas de apoyo a las comunidades “para que sepan elegir el proyecto comu¬nitario que más les beneficie”. ¿Cómo gasta esos recursos la, hasta hace tres años, ama de casa zamorana? Se des¬conoce. Nadie puede fiscalizarla.